8M-CDMX: las muchas voces de los cuerpos
ENVIADO POR EL EDITOR EL Jueves, 20/03/2025 - 16:48:00 PMEl recrudecimiento de la violencia contra las mujeres ha mostrado, en respuesta espontánea, su afluencia creciente y cada vez más intensa en esta fecha, el 8 de marzo, donde lograron que el mundo reconociera sus importantes demandas, primero en 1910 durante la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, 67 años después, luego de una larga marcha de luchas, demandas y planteamientos, cuando fue reconocida esta fecha oficialmente por la ONU en 1977 como el Día Internacional de la Mujer.
Rebeca Monroy Nasr,* historiadora y fotógrafa, promotora de la historia de la fotografía documental, activista sindical y participante de marchas sociales y feministas, nos ofrece sus fotos al calor de la reciente concentración multitudinaria de mujeres en la ciudad de México.
Su mirada experta nos hace ver aspectos poco tocados en la difusión de los medios masivos de esta magna marcha.
Es, sobre todo, una fiesta donde los cuerpos femeninos señalan el dolor, el dominio patriarcal, la angustia de estar expuestas a una violencia que arrebata vidas y hace incierto el regreso a casa. No se victimizan, señalan el daño, exigen justicia, hacen gala de ingenio, humor y alegría. Su marcha es un carnaval alegre y pacífico.
El torrente multicolor de mujeres muestra una diversidad acentuada. Hay pequeños grupos de amigas, familias, grupos de maestras y todas las edades están presentes.
Sin embargo, predominan las nuevas generaciones de muy jóvenes, a cara descubierta, con el pelo largo, los tenis obligados, los tines que apenas asoman, el uso masivo de gorras y sombreros, las grandes camisetas y también los tops con pequeños bikers o shorts.
Poco tienen que ver con las costumbres gregarias de los movimientos sociales del siglo pasado y del inicio del XXI. No hay contingentes organizados, no hay grandes pancartas, no hay tarimas ni micrófonos. Es tomar la calle para mostrarse, son los cuerpos que se exponen y sostienen sus propias palabras e imágenes que pueblan sus carteles, hechas por ellas mismas. Es una explosión descentrada, plural, creativa, cargada de sentimiento y de dignidad.
En un cartel con íconos de la rebeldía femenina actual, se nombran a las ancestras. Bajo el título de CREADORAS se anota, Sor Juana Inés de la Cruz, Nellie Campobello, Amparo Ochoa, Rosario Castellanos, Aurora Reyes, Alaíde Foppa, Mimí Derba. Tal vez falten, o habrá quien diga que alguien sobra. Lo que importa es que las más jóvenes y su emoción inaugural de querer abrir tiempos nuevos, miren atrás, y rehagan la larga marcha de las mujeres que las preceden.
No es que este estallido de cuerpos carezca de palabra. La expresan en sus carteles, pero sobre todo en sus tonos y actitudes, es una voluntad decidida, es una respuesta precisa a la agresión, es la conciencia de sus derechos y la entereza de exigirlos. Tienen posición, la muestran en la calle y la defienden.
La gran marejada de cuerpos femeninos de este 8M nos llama a escuchar sus muchas voces. Sobran mapas mentales que, desde los partidos, los gobiernos, las ideologías y las academias las pretenden comprender. Es tiempo de escuchar sus tonos de dolor, exigencia, ánimo y esperanza alegre.
Nota y edición del editor Carlos San Juan Victoria.