El paradigma de la mentira
ENVIADO POR EL EDITOR EL Jueves, 24/10/2024 - 13:26:00 PMGrover Furr, Jruschov mintió, Quito, Edithor, 2020.
Ángel Chávez Mancilla*
En la década de 1950, mientras se desarrollaba la Guerra fría, desde el interior de la Unión Soviética se dio una sacudida al bloque socialista y las fuerzas comunistas de todo el mundo: en el XX congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) en 1956, Nikita Jruschov pronunció su “Discurso secreto” y reveló una serie de críticas y acusaciones contra el gobierno de Stalin. Esto generó una oleada de contradicciones dentro de las organizaciones comunistas; se abrieron procesos de crítica y ruptura; cambios al interior de los partidos comunista; numerosas deserciones de militantes, y el distanciamiento de grupos e intelectuales no comunistas que habían ejercido la solidaridad con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Con el “Discurso secreto” el mundo occidental tuvo nuevos elementos para acusar a la Unión Soviética de ser un gobierno totalitario contrario a la democracia y la libertad, y para construir las grotescas equiparaciones entre el gobierno soviético y la Alemania nazi, y la figura de Hitler con la de Stalin. La concepción historiográfica de la Unión Soviética bajo Stalin como un ejemplo de totalitarismo es la que hoy domina en gran parte de las universidades de occidente. Ante este panorama historiográfico, el libro Jruschov Mintió del historiador estadounidense Grover Furr, adquiere el carácter de intempestivo ya que tiene por objetivo cuestionar el paradigma del antihéroe centrado en la figura de un solo individuo. Propone explicar los fenómenos de represión en la Unión Soviética como resultado de un proceso complejo, enmarcado en un contexto nacional e internacional, donde además influyeron las diversas instituciones, autoridades, las costumbres y mentalidades.
El libro de Furr está basado en el estudio de una gran cantidad de fuentes documentales de múltiples archivos rusos, en las memorias y testimonios de participantes de los acontecimientos referidos en el “Discurso” y también rescata los datos objetivos que se encuentran en la historiografía que existe sobre el tema. Metodológicamente, Grover Furr analiza el discurso identificando los argumentos que contiene para someterlos a la crítica con base en las operaciones fundamentales del historiador: el cotejo y contextualización de las fuentes y los datos. Esta labor la ejecuta con los argumentos de Jruschov, que tienen contradicciones e insuficiencias, pero también con las afirmaciones del discurso que hasta ahora no habían sido cuestionadas y eran dadas por verdaderas sin exigirles la comprobación.
El resultado de la labor crítica de Furr es la identificación de decenas de mentiras en el “Discurso” y del eje central del mismo: el ataque a la figura de Stalin. En ese sentido, establece las responsabilidades de personajes específicos y organismos del Partido que no actuaron por orientación de Stalin y demuestra la oposición de éste a actitudes de represión y uso excesivo del poder en que incurrieron figuras como Yagoda y Yezhov, responsables de asuntos internos de la Unión Soviética. Por tanto, el autor no cae en la simpleza de negar la existencia de los procesos de represión dentro del partido y los excesos en la ejecución de las funciones por parte de autoridades e instituciones soviéticas o la importancia de la figura de Stalin.
El libro está dividido en dos secciones, la primera abarca del capítulo 1 al 9, donde se analiza las “revelaciones” del discurso secreto de Jruschov por medio de una disección en setenta y un alegatos que son abordados de forma específica y su contraste con las evidencias documentales. Como resultado del proceder sistemático a la hora de analizar y derruir cada uno de los argumentos de Jruschov, el primer apartado del libro permite al lector reflexionar críticamente sobre los fundamentos del paradigma historiográfico que existe sobre Stalin, de forma que invita a una aproximación más sobria a una figura que sigue siendo polémica.
Entre los argumentos de Jruschov que desmiente el libro se encuentran la supuesta falta de preparación del gobierno soviético para la guerra contra la Alemania nazi; la represión contra miembros del Partido ya sea de forma injustificada o por motivos de índole personal de Stalin; el contexto y significado del llamado “Testamento de Lenin”; las arbitrariedades de Stalin hacia el partido, incluido el control absoluto y la represión ante cualquier tipo de oposición; las fallas de Stalin en el terreno militar; los procesos contra miembros del Partido sin justificación alguna o con base en procesos construidos; las órdenes de detención y ejecución masiva que se atribuyen a Stalin; las arbitrariedades contra miembros de la dirección del PCUS, y las actitudes megalómanas de Stalin, entre otros.
La segunda sección comprende del capítulo 10 al 12, dedicado a una reflexión metodológica y de las conclusiones del estudio, además incluye un ejercicio de síntesis y sistematización de los argumentos y falsedades dichas por Jruschov con la propuesta de una tipología que expresa los distintos usos de la información que desembocan en mentira. Al aspecto establece siete tipos distintos, que incluye Palabras de Jruschov: se refiere afirmaciones hechas por Jruschov pero que no se han podido confirmar en el cotejo con otras fuentes referidas a un mismo acontecimiento; mentira por Información retenida, que incluye enunciados descontextualizados que dan una falsa impresión por medio de la omisión de elementos; Casos especiales, enunciados que sin hacer acusación específica contra Stalin, implican un acusación y crean una falsa impresión, aunque realmente no hay un afirmación; Mentiras, que son la mayoría, es decir, enunciados que son: o “demostrablemente falsos, o fueron hechos con flagrante indiferencia para con los hechos”.[1]
La conclusión a la que llega Grover Furr es que uno de los pilares del paradigma anti-Stalin, el “Discurso secreto”, está construido con base falsedades que es posible desmentir. Pero el libro no sólo indica la conclusión, sino que además aporta una serie de pruebas que están contenidas en el apéndice de más de doscientas páginas que recoge algunos de los documentos utilizados para la elaboración del libro. El apéndice está organizado de tal forma que cada argumento de Jruschov que se debate contiene el documento completo del que únicamente se cita un fragmento en el texto para no hacer pesada la exposición. Sumado a esto se incluyen las referencias de repositorios digitales en que se pueden encontrar los documentos y demás fuentes de la investigación.
Aunque el lector pueda no convencerse de la idea central del libro de Furr, no deja de ser una aportación novedosa a la historiografía, pues brinda nueva información que permite matizar las acusaciones contra Stalin, cuyo personalidad sigue sometida a un culto en un sentido negativo, por la centralidad que se le da en un proceso que requiere una explicación crítica y para abandonar la absurda concepción histórica del destino humano dictado por los grandes personajes cuyas acciones desdibujan a las estructuras sociales, los contextos y las colectividades humanas. En este sentido, Jruschov mintió, de Grover Furr, es comparable con la labor del historiador italiano Domenico Losurdo, cuya obra Stalin. Historia y crítica de una leyenda negra,[2] también ofrece una explicación que contextualiza la actuación del individuo y las determinaciones objetivas que influyeron en la toma de decisiones que formaron parte de la construcción socialista de la Unión Soviética.
Este libro está destinado a despertar polémica y abrir un debate, no sólo en torno a la figura de Stalin, sino principalmente frente a la historiografía, que ha reducido fenómenos complejos a explicaciones basadas en la figura de un antihéroe o unos cuantos individuos. Por tanto, la demostración de que el discurso de Jruschov está basado en mentiras no derruye el paradigma ati-Stalin por completo, ni justifica las acciones de este personaje, sino que llama a estudiar los procesos de represión en la Unión Soviética como un fenómeno complejo resultado de una multiplicidad de circunstancias económicas y políticas, la participación de diversos actores sociales, y la existencia de diversos ambientes, instituciones, tradiciones y mentalidades.