Fotografías de primera comunión

ENVIADO POR EL EDITOR EL Lunes, 04/11/2024 - 14:44:00 PM

Carlos Martínez Assad (coord.), El arte de hacer la primera comunión, México, UNIVA / ITESO, 2021.


Daniel Escorza Rodríguez*

  

La historiografía de la denominada fotohistoria —entendida esta subdisciplina como la historia construida a partir de las imágenes fotográficas— ha sido pródiga en el análisis de diversos temas: la Revolución mexicana, los estudios sociales del siglo XIX y XX, el retrato, las mujeres, los niños, el periodismo, entre muchos otros tópicos; sin embargo, no ha sido frecuente el tema de lo religioso en la vida cultural y del análisis visual de nuestro México posrevolucionario, predominantemente liberal y laico. El volumen titulado El arte de hacer la Primera Comunión da un paso en firme en la comprensión del fenómeno religioso y la imagen. En esta obra, coordinada por Carlos Martínez Assad, se reúnen textos de célebres escritores como Agustín Yañez, Margo Glantz, Mónica Lavín, Rosa Beltrán, Marco Antonio Campos, Hernán Lara Zavala, y el propio Martínez Assad; todos ellos disertan sobre el ritual y sacramento de la Primera Comunión en la tradición católico romana. Además de ellos, otros dos ensayos —de la investigadora Rebeca Monroy Nasr y del propio Carlos— complementan la narrativa textual y visual en torno a tal ceremonia.

 

 El interés de Martínez Assad por el análisis sociológico de lo religioso no es nuevo. Ahora recuerdo, por ejemplo, el dossier que coordinó sobre religiosidad y política en la Universidad Iberoamericana, o aquel número de Eslabones, la revista semestral de estudios regionales que también organizó el propio Carlos, y en donde entrevistó a líderes religiosos de diversas confesiones, todo ello en la década de 1990. En ellas subyace la disposición para entender la religiosidad humana en todas sus dimensiones: las tradiciones orientales, el protestantismo, el catolicismo, entre otras.

 

La publicación que hoy nos ocupa contiene fotografías y textos relativos a ese “arte” —como dice el título— de hacer el Sacramento católico conocido como Primera Comunión. En una primera hojeada se advierte la profusión de fotografías, retratos individuales y colectivos, recuerdos, oraciones, catecismos, referentes al tema, todo ello editado por David Maawad en una puesta en página atractiva, dinámica y limpia, con un equilibrio entre la foto en blanco y negro y otros documentos visuales en color. Llama la atención la ausencia de pies de foto en cada imagen, evitando así el “anclaje” de cada fotografía con el texto que la orienta o la influye. De esa manera el lector, al ver la foto, puede observar y conjeturar. Al final del libro se incluye el índice de cada ilustración. Otro gran acierto es la diversidad de la procedencia de las imágenes, desde archivos particulares y familiares, hasta acervos públicos como el de la Fototeca Nacional del INAH.

 

En el inicio, el coordinador del volumen nos pone en contexto sobre el significado de este ritual-sacramento de la Eucaristía, con la conciencia de ser ya parte de los creyentes en la Iglesia católica romana. Por su parte, el texto de Rebeca Monroy —experimentada investigadora de la imagen— coloca sobre la mesa el significado de este “Rito de paso”, que consiste en mantener la idea de cohesión social, de grupo o de identidad. En su análisis, Monroy Nasr plantea que la fotografía de la Primera Comunión es acaso el primer retrato de identificación religiosa, en el sentido de que inicia la individualización y le confiere al retratado el estatuto de persona.

 

Los demás textos que conforman el corpus de este libro nos acercan a la cultura de este ritual; el de Agustín Yañez es un cuento escrito en 1923, hace ya casi un siglo. El autor de Al filo del agua nos entrega un relato conmovedor y desgarrador de una niña que intenta hacer su primera comunión en agonía.

 

Por su parte, las escritoras Margo Glantz, Mónica Lavín y Rosa Beltrán narran en primera persona su experiencia en este ritual católico. Es difícil guardar objetos y recuerdos —reflexiona Rosa Beltrán— cuando a muy pocos días de haber “recibido a Cristo”, Dios se sale de tu corazón. Margo Glantz comparte su recuerdo como niña judía, al hacer su primera comunión católica. Esta experiencia ya la había relatado en su libro Las genealogías, pero ahora lo reescribe especialmente para esta publicación. Por su parte, Mónica Lavín recuerda que hizo su primera comunión junto con su hermana y la prima Verónica por insistencia de la abuela. Sin duda son textos intimistas y conmovedores. Me parece que esas tres colaboraciones nos acercan a lo entrañable y evocador que puede resultar esta celebración. En unos casos, con recuerdos imborrables, emotivos o enternecedores y en otros con imágenes que evocan lo insulso o infausto que podría significar tal ceremonia.

 

En contraste, los escritores Hernán Lara Zavala y Marco Antonio Campos reflejan en sus relatos el jacobinismo rampante y el triunfo del laicismo sobre la religión. El siglo XX nos dejó una cultura de la secularización que se muestra en toda la producción literaria y cultural de su segunda mitad y que perdura en lo que va de este XXI. Lara Zavala se refiere a cuando abdicó por voluntad propia de practicar este ritual católico. En el mismo tenor, Marco Antonio Campos nos cuenta cómo desde niño fue reacio a las cosas de la religión. No lo marcó tanto ese ritual, ya que ni siquiera recuerda en qué iglesia se celebró; sólo por la firma de Raúl El Ratón Macías en su devocionario sabe que fue en 1958. Para afianzar su postura, Campos agrega una frase lapidaria: “la ética no me la enseñaron ni en la iglesia, ni en la escuela, ni en la casa; me la enseñaron los libros”.

 

El libro concluye con una breve antología de poemas eucarísticos, aportados por el sacerdote Tomás de Híjar Ornelas. Cabe señalar que, de los autores que participan en este compendio, sólo tres aportaron sus fotografías de primera comunión: Carlos Martínez Assad, Rebeca Monroy y Rosa Beltrán. Sin ser un libro de apología religiosa, o sobre la religión católica, la obra nos da a conocer uno de los rituales de la cultura popular más extendidos y fotografiables; además de la iconografía diversa construida alrededor de esta ceremonia, la publicación nos entrega reflexiones muy sugerentes para la historia cultural y para la historia a partir de las fotografías y con fotografías. En ese sentido, me parece que es un libro que abre brecha en la comprensión de la fotografía en la esfera religiosa.

 

* Fototeca Nacional del INAH.