¿Qué historia en la edad del Antropoceno?
ENVIADO POR EL EDITOR EL Jueves, 12/12/2024 - 10:56:00 AMCarlos San Juan Victoria*
La revista Con-temporánea, toda la historia en el presente destina dos números, el 19 y el 20, al amplio panorama de Historia Ambiental logrado por una gran convergencia de autores y especialistas convocada por Margarita Loera y Ramsés Hernández. Lo consideramos un aporte esencial para la historia que se debe hacer en nuestro país y en nuestro tiempo por varias razones.
La primera es que la historia del presente en México y el mundo está marcada por la aparición del llamado Antropoceno, una edad geológica que arrancó en la segunda mitad del siglo XX con la aceleración de la industrialización, la demografía, las megalópolis, el consumismo, las ciencias y tecnologías que refuerzan a todos esos gigantes que devoran al mundo. Un tiempo de crisis climatológica, ambiental y de relación destructiva entre sociedades y naturaleza, que coloca al centro a un no sujeto de la historia, hasta entonces, al medio ambiente, a los territorios y a los recursos naturales.
Este colocar al centro no sólo es afrontar un presente de riesgos sino comprender a un complejo tejido donde lo no humano, la tierra y sus recursos, se entreteje con lo humano. La historia deja de ser sólo un relato antropocéntrico y rastrea los tiempos largos de la geología, de las montañas y los ríos entre muchos otros. Sus fuentes se transforman y a la vez se expanden los tratos interdisciplinarios con la geología, la geografía, la biología y la antropología.
En esa perspectiva, las aportaciones del conjunto de los trabajos del número doble de Con-temporánea señala al menos tres niveles de complejidad y que responden al reto del Antropoceno: primero, la tensión entre la acción institucional orientada a conservar territorios y naturaleza definida según la política y los expertos, por un lado, y por el otro, a los sujetos históricos portadores de saberes de gestión y cuidados, con sus hábitats, “sus territorios” producidos en largos procesos de intercambio cultural. Entre la institución y los sujetos se abre un tiempo propicio, no exento de riesgos. Es un campo de contradicción y de choque, pero también de mutuos aprendizajes y de complementación posible.
Luego, el creativo enlace entre la larga duración y las coyunturas del ahora. El rastreo de ese “sujeto” no humano que configura al paisaje y al territorio local en tiempos geológicos, desmesurados para el relámpago de la existencia humana, y que aparecen en muchos trabajos, de manera relevante en la historia del Golfo de México, en la explotación del azufre y en las historias de la tierra caliente. Y en el otro extremo, la configuración en el siglo XX y XXI de los sujetos históricos que irrumpen con sus culturas y territorios, donde a las líneas de crisis del Antropoceno se le suma la pugna entre pueblos, empresarios y gobiernos, y donde esta modernidad del siglo XXI ve el florecimiento de lenguajes, prácticas ancestrales, tecnologías y expertos tradicionales, dispuestos a dar la batalla por el control y la gestión del medio ambiente.
En ese sentido la sección de Post Gutenberg, de audio, el video y la imagen; fractura la tradición académica de mirarse el ombligo y trae la voz, la experiencia, los paisajes y el arte, de los muchos “otros”, los actores directos de esa pugna social, estética y política del antropoceno. La sección de Trayectorias, donde de manera habitual traemos a cuenta a protagonistas de la vida académica, sin embargo, ahora convocó a testigos y líderes de la expertiz y la experiencia pueblerina.
Por último, hay además un problema singular, propio de sociedades antiguas ahora reconfiguradas por las modernizaciones, donde conviven y pelean varias capas civilizatorias. Me refiero al enlace entre la historia de siglos y el presente con sus síntomas de futuro. Puede decirse que desde el siglo XX y el XXI asistimos a un descubrimiento y a una pasmosa antigüedad aún viva, que se expande al paso de los años. Pero no sólo nos creció el pasado vivo, también el pulso del presente que se abre a otros futuros y que registra ya, experiencias tan novedosas en su potencia como la que muestra el video “Semillas Ancestrales” sobre Iztapalapa y la producción del jitomate.
Ahí reside un problema esencial para sociedades como la nuestra: cómo ocurre el choque y también el tejido entre las tradiciones y sus reinvenciones, con las modernidades que se despliegan ahora en tiempo real y digital.
Por todas estas razones, los autores de esos dos números de Con-temporánea, aportan esos tres rasgos de complejidad a la historia que requerimos en la edad del Antropoceno. Por ello es un gusto y un honor que Con-temporánea cumpla diez años con sus números 19 y 20 con tan importantes planteamientos. Gracias y felicidades a todos los autores.
Tlalpan, ciudad de México,16 de octubre del 2024.
* Editor de la revista Con-temporánea. Toda la historia en el presente, Dirección de Estudios Históricos del INAH. Texto leído en la apertura de la presentación editorial de los números 19 y 20 de Con-temporánea realizada en la Dirección de Estudios Históricos.