Los sonidos en San José del Pacífico, Sierra Sur de Oaxaca

Cuauhtémoc Osorio Yáñez*

La localidad de San José del Pacífico se encuentra en la Sierra Sur de Oaxaca, a 2600 msnm, aproximadamente. Es un lugar boscoso donde predominan los pinos y los encinos, cuyo territorio tiene un vínculo con la cultura zapoteca. Desde tiempos inmemorables sus habitantes aprovechan los recursos que los rodean: tierras fértiles para la agricultura de montaña, vastos recursos hídricos para el uso doméstico y agrícola, madera para construir casas, leña para usar como combustible, animales para cazar, plantas y hongos para la recolección.

La relación simbiótica entre los habitantes zapotecas y la naturaleza tiene múltiples expresiones culturales, sociales, familiares, religiosas, políticas y económicas. Sin embargo, en las últimas décadas predominan éstas últimas, debido a los intereses por la explotación forestal y el turismo, que rápidamente han venido desplazando la producción agrícola bajo el modelo de la milpa, el uso del idioma zapoteco, la organización familiar y sobre todo la veneración de las cimas de las montañas, los manantiales o lugares que anteriormente no se talaban o destruían por las creencias de que en esos lugares habitaban númenes y guardianes tanto de la naturaleza como de la comunidad.

El ambiente auditivo en San José del Pacífico comienza a las 5:40 hs con las aves, las cuales comienzan sus cánticos con los primeros rayos del sol, entre las montañas del oriente. Si cierras los ojos, los sonidos te transportarán a una especie de conservatorio de música donde distintos ejecutantes de instrumentos de viento practican sus mejores melodías. Pero este éxtasis sonoro no durará mucho, porque, así como el sol del amanecer se conjuga con el canto de los pájaros, también indica el momento de trabajo de los leñadores, cortadores, conductores de grúas y camiones madereros. El cantar de las aves y las voces lejanas serán ahogadas por el sonido de un enjambre de avispones gigantes, que no son más que las motosierras que cortan árboles de cincuenta o más años de edad.

Es entonces cuando el bosque se convierte en una escena futurista donde máquinas controladas por el hombre cortan la vida de los viejos guardianes de las montañas, y gigantescos vehículos son cargados de toneladas de cadáveres arbóreos, haciendo vibrar la tierra al avanzar por brechas abiertas por retro-excavadoras. Si asocias en tu mente la imagen de un monte devastado por la explotación forestal con el ruido de la maquinaria, y a la vez miras una fotografía de una escena de devastación de la guerra en Irak, con los gritos de desesperación y el sonido de las armas de alto poder militar, sentirás la misma tristeza y frustración que causa la ambición humana.[1]

 
Sierra Sur de Oaxaca, San José del Pacífico. Fotografías: Cuauhtémoc Osorio Yáñez, 2 de enero del 2023.

Trocero, San Mateo Río Hondo, Oaxaca. Fotografía: Cuauhtémoc Osorio Yáñez, 12 de marzo del 2021.