Nuevos conflictos, nuevas reflexiones
ENVIADO POR EL EDITOR EL Martes, 21/01/2025 - 13:20:00 PMAngela Giglia y Adelina Miranda, Precariedad urbana y lazos sociales. Una mirada comparativa entre México e Italia, Ciudad de México, UAM-I/ Juan Pablos, 2014.
Mario Camarena Ocampo*
Precariedad urbana y lazos sociales estudia la pauperización desde el punto de vista de los trabajadores en México e Italia en el siglo XXI, tema de gran actualidad por las implicaciones políticas y sociales que vive nuestro país. El estudio es novedoso por la comparación entre sujetos de diferentes actividades —trabajadores y comerciantes—, de diferentes espacios: México e Italia. Las autoras estudian la precariedad con base en la experiencia de las personas que tienen sus propias estrategias para enfrentar la pobreza en que viven. La precariedad es una condición de vida de las personas, que tiene lugar y explicación en el contexto de la globalización en que viven las sociedades de ambos países.
El libro está formado por doce ensayos que permiten al lector adentrarse en una problemática interesante respecto de los estudios sobre flexibilidad laboral y condiciones de vida: inestabilidad en el empleo, violencia, marginación y segregación que enfrentan las personas en su vida cotidiana. Las preguntas que guían los ensayos son: ¿cómo ha cambiado la relación laboral en tiempos de globalización?, ¿cómo los trabajadores enfrentan la incertidumbre en el empleo, la falta de recursos y la clausura de su futuro?
En estos ensayos, los autores construyen el concepto de precariedad y con base en él estudian a su sujeto, sin atender los conceptos usados por el propio sujeto. Si bien es aceptable que los conceptos guíen las investigaciones, no deben convertirse en instrumentos que limiten la explicación de los acontecimientos construidos desde la experiencia de los trabajadores. La elucidación de la precariedad está en el contexto real de lo que las personas viven, no en el concepto. El libro contribuye a una discusión de los conceptos en general y su aplicación a los sujetos sociales en particular.
La fuente principal para el estudio de la precariedad es la observación y las entrevistas. Esas fuentes denotan una gran riqueza para el análisis de los trabajadores, pues las entrevistas permitieron a los autores analizar el lenguaje, los valores morales, el concepto de trabajo y las formas de enfrentar la pobreza; todo lo cual dice mucho acerca de cómo se vive en un mundo donde la pobreza es aceptada como algo natural y la manera de enfrentarlo es a través de las propias redes sociales y la aceptación del asistencialismo.
Tanto las entrevistas como el trabajo de campo aportan mucha información acerca de los conceptos que tienen los propios sujetos, pero cuando los datos se analizan bajo un concepto rígido que homogeniza el fenómeno de la pobreza, la riqueza de la información se pierde; paradójicamente, se empobrece. La forma en que los sujetos arman su discurso respecto de su propia condición está llena de valoraciones y formas de representación que podrían analizarse a la luz de sus propios conceptos.
Cada uno de los autores describe la situación en que viven los trabajadores, información muy valiosa, pero a la hora de ofrecer una explicación ésta no incorpora el punto de vista del sujeto, sino se construye desde ciertos conceptos planteados a priori, como los de precariedad y globalización, donde se pierde la singularidad de los grupos sociales estudiados.
Cada uno de los autores relata el papel del Estado y su intervención en las relaciones laborales y en su reglamentación, mismas que impactaron en la vida de los trabajadores. El cambio de esta relación, a partir de la imposición del modelo neoliberal, puso el acento en lo individual, en los contratos por horas a título individual, sin estabilidad en el empleo ni en el ingreso; aunado a que el ingreso del trabajador no puede sostener a una familia. Esta nueva forma de contratación nos lleva a ver cómo se estructura la solidaridad entre los trabajadores, así como las características de los conflictos suscitados.
El libro pone sobre la mesa la discusión acerca del papel de la globalización para construir nuevos significados sociales: lo que simboliza ser trabajador (hombre o mujer) en cuanto a conductas socialmente aceptables o no, tales como ser competitivo, ser dócil, ser obediente.
Entre los empresarios se ha creado un conjunto de ideales: el ideal del trabajador citadino pobre y feliz; el de unos sindicatos que sirven a los patrones, aunque perjudiquen a los trabajadores; el de un patrón preocupado por sus trabajadores, aunque los esclavice, el de ser un empresario honorable mediante sus fundaciones (donde sobresale el Teletón), el de un Estado que atiende a sus intereses, el de un rico preocupado por el trabajo y un pobre que debe defender al patrón. Estos estereotipos ayudan a construir los valores de la sociedad, donde se trata de borrar las diferencias sociales en la vida laboral.
Otro de los valores que aparece en forma clara es la cultura del codazo: la competencia. A los trabajadores se les pide que sean competitivos; es decir, ganarle a otros trabajadores y producir más, siempre desde el plano individual evitando las formas de organización que hagan contrapeso a los abusos de los patrones. De ahí que en esta nueva cultura, la llamada “nueva cultura laboral”, se atente contra las organizaciones sindicales y todo lo que fomente valores colectivos y comunitarios, aniquilando a las organizaciones sociopolíticas; en consecuencia, lo único que les queda a los trabajadores son formas elementales de sobrevivencia como las redes familiares. De otra parte, se impulsa como valor la mercantilización de todo.
En los doce ensayos del libro se busca entender al trabajador y sus estrategias de sobrevivencia. Los autores mexicanos estudian la precariedad como una condición de escasez y de pobreza, donde los sujetos buscan la forma de enfrentar las carencias. El énfasis se pone en explicar las estrategias de sobrevivencia: redes de apoyo, acceso a los proyectos asistenciales del gobierno y del sector privado, además del endeudamiento. Las relaciones familiares y comunitarias se convierten, para los trabajadores mexicanos en una de las partes centrales para enfrentar la pobreza. Los Estados neoliberales no pueden transformar las estructuras familiares y comunitarias que son apoyos muy importantes para los pobres.
Lucía Bazán estudia las formas de sobrevivencia con base en las tiendas de barrio y las deudas como una forma de sobrevivir del crédito concedido por los pequeños comerciantes. María Ana Portal nos habla de las mujeres en el poniente de la Ciudad de México que se organizan para tener grupos de ahorro y apoyar a sus familiares. Cristina Sánchez Mejorada estudia los comedores comunitarios implementados por el gobierno de la Ciudad de México para resolver las necesidades de alimentación de los sectores más pobres de la población; al mismo tiempo, las personas que acuden a tales comedores los convierten en espacios de relaciones sociales.
Rocío Valeriano estudia a las mujeres que se dedican al comercio ambulante en el municipio de Nezahualcóyotl. La autora pone énfasis en que estos ingresos son una parte importante de la sobrevivencia familiar. Norma Angélica Jaramillo analiza el caso de la agrupación de vendedoras ambulantes en el Centro Histórico de la Ciudad de México, donde se ve la contradicción que se presenta con el gobierno de la ciudad, quien tiene el deber de regular el uso del espacio público y, por tanto, el de combatir a los vendedores ambulantes, y la fuerza política que éstos tienen como clientes.
Angela Giglia analiza las condiciones de trabajo de los empleados de las gasolineras, donde se evidencia que las nuevas condiciones de trabajo “flexibles” lesionan seriamente los derechos laborales de los trabajadores, quienes carecen de salario y sólo reciben propinas de los clientes, de las cuales deben dar una participación a la empresa —es decir, pagan por trabajar—. Además, carecen de una organización sindical que los defienda de tales abusos, y su único recurso son pequeños sabotajes a las empresas.
Los investigadores italianos analizan a los trabajadores a la luz de las trasformaciones estructurales implementadas por los gobiernos neoliberales, donde el Estado deja todo a las fuerzas de mercado. Guistina Orienatale Capuco y Ernrico Rebeggiani estudian las nuevas formas de explotación en la ciudad de Nápoles, donde los jóvenes son el sector más afectado por los cambios generados en el mercado de trabajo —en tanto carecen de acceso al trabajo estable—; es por ello que se ha construido la percepción de que los viejos les impiden avanzar y no las características del modelo neoliberal, provocando una tensión social de tipo generacional. Mirella Giannini analiza cómo los jóvenes enfrentan la “flexibilidad laboral” y la precariedad en que viven, donde se da un cambio en los roles de género y el papel de las mujeres como proveedoras del hogar se ha convertido en fundamental, hay una tendencia a que los ingresos de las mujeres se conviertan en preponderantes y se disminuya la figura masculina; no obstante, prevalece la solidaridad entre los miembros de la pareja.
Antonietta de Feo y Dario Minervini analizan a los profesionales de la comunicación y a los de la energía eólica, sector en el cual la “flexibilidad laboral” se expresa en el trabajo intermitente Estas relaciones estructuran nuevas redes de apoyos y desestructuran las relaciones comunitarias, pues se privilegia el individualismo. Fulvia D’Aloisio estudia a los obreros de la empresa automotriz Fiat, quienes echan mano de sus relaciones comunitarias, de origen agrario, para enfrentar la “flexibilidad laboral”, donde tiene mucha importancia las relaciones familiares.
Estefano Boff y Enrica Morlicchio estudian, a lo largo de los últimos 20 años, el proceso de transformación del movimiento de desempleados, cuya reivindicación principal es “trabajo para todos”. Sus demandas llevan implícitas propuestas morales. En este proceso, los desempleados pasaron de la lucha por trabajo a la constitución de cooperativas.
Adelina Miranda nos habla de la migración china a Italia, que tiene características muy especiales en tanto constituye una fuerza de trabajo que se adapta a las necesidades del capital; además, son una comunidad que conserva su cultura y el Estado italiano no puede intervenir ni aplicar las reglamentaciones laborales a la comunidad china, lo cual favorece los procesos de “flexibilidad laboral”.
Este trabajo ayuda a reflexionar acerca de cómo la transformación del mercado laboral global provocó una restructuración de las formas de resistir, de las formas de organización de los trabajadores y desempleados, lo cual nos llevaría a definir las nuevas características de los conflictos laborales, familiares y generacionales, donde las contradicciones entre las generaciones aparecen como aspectos centrales.
Este conjunto de ensayos representa un punto de partida para discutir los conflictos y contradicciones que el modelo neoliberal está provocando en la vida diaria de las sociedades occidentales.