En diálogo con la sociedad, la Revista de Estudios de Antropología Sexual
ENVIADO POR EL EDITOR EL Lunes, 30/11/-0001 - 00:00:00 AMEdith Yesenia Peña Sánchez*
El pasado 23 de septiembre, en el VII Foro de Revistas Académicas, coordinado por Benigno Casas,[1] en el marco de la Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH) del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), se llevó a cabo la mesa: “Comunidad de saberes y retribución social: ¿qué aportan las revistas?”. En este espacio presenté la labor de la Revista de Estudios de Antropología Sexual (REAS). Esta publicación ha trascendido su función académica tradicional para convertirse en un puente esencial entre la investigación y la sociedad. Su trabajo se centra en promover la ética en las investigaciones, el acceso universal al conocimiento, la participación de diversas voces y el respeto a los derechos humanos.
Situar y trabajar
Inició como proyecto piloto en 2005, se consolidó de manera formal en el 2010 y sigue vigente hasta la fecha. Cuenta con 16 números, 105 artículos, 48 reseñas y la participación de más de 170 autores de diferentes entidades de la república mexicana y otros países, como Canadá, Estados Unidos de América, España, Argentina, Colombia, Chile, Perú y El Salvador. La labor de los colaboradores es honoraria, reflejando su compromiso ético de retribuir a la sociedad los beneficios del conocimiento adquirido, creando, compartiendo y aplicando los resultados de sus investigaciones.
Desde su surgimiento, la revista busca motivar la difusión del conocimiento entre investigadores y, al mismo tiempo, dar voz a activistas de movimientos sociales y a personas que comparten sus experiencias de vida, generando una pedagogía colaborativa con los actores sociales, para llevar la información hacia un público más amplio.
La revista actúa como un puente para abrir el diálogo sobre problemáticas contextuales y emergentes, enfocándose en la incidencia social a través de los siguientes puntos:
- Cada publicación busca acercar la información a distintos públicos, al integrar problemáticas y tópicos de interés que se desprenden de investigaciones en activo. Por ejemplo, publicamos números especiales sobre el impacto de la pandemia de covid-19 en la sexualidad, el género y la violencia, visibilizando las afectaciones diferenciales a la población.
- La revista contribuye a una comprensión más profunda de problemáticas sociales como el acoso y hostigamiento sexual, la violencia feminicida, los crímenes de odio hacia la población LGBTTIQ+ y las desigualdades sociales. A la par, abona hacia la conformación de un marco de análisis antropológico y de disciplinas afines. Su difusión no se limita a especialistas, sino que llega a público diverso al abordar temas como derechos sexuales y reproductivos o las vivencias de la sexualidad en distintos grupos sociales y culturales.
- El contenido de la revista y sus marcos de análisis desde la antropología y disciplinas afines han sido de utilidad e influido en la forma en que se abordan estos temas en la educación, las políticas públicas y la conciencia social, convirtiendo la investigación en una forma de incidencia que contribuye a la promoción del cambio social.
En consecuencia, la REAS busca un diálogo multidisciplinario e interseccional que desafíe paradigmas y visibilice la diversidad cultural, de género y sexual, así como las realidades de grupos históricamente marginados. Nuestro objetivo es desestigmatizar cuerpos y expresiones de la diversidad, contribuyendo a la sensibilización y humanización mediante la divulgación universal del conocimiento en formato impreso y plataformas digitales del INAH (Mediateca y reservorio).
Una red de colaboración y su visión a futuro
A través del análisis de la red de colaboración que se ha constituido, se observa una robusta base institucional en México, complementada por la participación de autores internacionales. Nos visualizamos como una plataforma digital accesible, con un archivo histórico que sirva de base para el estudio y la incidencia social. Aspiramos a que nuestro trabajo contribuya a la transformación social, al desarrollo de políticas públicas y al fortalecimiento de un pensamiento crítico que promueva el respeto, la diversidad y la equidad, reconociendo la sexualidad como una base inherente a la dignidad humana.
Nuestros objetivos se centran en el impacto social, la diversidad de enfoques y la accesibilidad del acervo:
- Generar conocimiento de impacto social: Publicar investigaciones y testimonios que ofrezcan datos y reflexiones para combatir la discriminación, la violencia y la desinformación, útiles para activistas, educadores y responsables de políticas públicas.
- Promover la multidisciplinariedad y la perspectiva de género: Fomentar la colaboración asegurando que el análisis sobre las problemáticas relacionadas con la sexualidad se realice desde un enfoque de derechos humanos y género, que integre las diversas voces y experiencias de las comunidades.
- Aplicar un enfoque interseccional e intercultural: Priorizar estudios que analicen cómo la sexualidad se entrecruza con otros ejes de opresión como la etnicidad, la clase social, la edad, las capacidades y la geografía, visibilizando las realidades de grupos indígenas, otras comunidades y población prioritaria.
- Fortalecer la incidencia social: Ser un catalizador para el cambio social, publicando artículos que aborden problemáticas históricas y apremiantes.
- Asegurar la accesibilidad y preservación del acervo: Implementar un plan de digitalización y preservación para garantizar que todos los números de la revista, desde sus inicios, estén disponibles de forma permanente y accesible para investigadores, estudiantes y el público en general, manteniendo la memoria histórica del proyecto.
Aportación a la comunidad de saberes y retribución social
La revista enriquece la comunidad de saberes al ser un punto de encuentro para una red diversa de pensadores, confluencia de voces que genera un conocimiento complejo y situado, dado que: humaniza las problemáticas al incluir testimonios, rompe con el lenguaje técnico y deshumanizado, presentando la sexualidad como una experiencia vivida y enraizada en realidades sociales; aplica una perspectiva interdisciplinaria y promueve una comprensión crítica de la sexualidad, abordando sus dimensiones culturales, históricas y sociales; integra la teoría y la práctica, para establecer diálogos entre la investigación académica y el activismo; además, las demandas sociales orientan las preguntas de investigación, y los hallazgos académicos proporcionan argumentos rigurosos para los movimientos.
La retribución social de la REAS se manifiesta en su capacidad para visibilizar y legitimar problemáticas y poblaciones que, históricamente, han sido invisibilizadas y marginadas. La revista confronta los silencios impuestos por ideologías racistas, sexistas y homo-lesbo-bi-trans-fóbicas. A través de la publicación de artículos sobre:
- Poblaciones específicas: La revista ha dado voz a las experiencias de personas que viven sexualidades locales, a mujeres que experimentan las presiones del sistema sobre sus cuerpos o personas transgénero, confrontando el silencio impuesto por ideologías racistas y sexistas.
- Problemáticas invisibilizadas: Aborda temas con rigor y sensibilidad, como la violencia feminicida, los esfuerzos para corregir la orientación sexual e identidad de género (ECOSIG), el VIH/Sida en comunidades indígenas y las masculinidades en contextos de crisis sanitarias y las violencias de género, la trata de personas, y las consecuencias de las crisis sanitarias en la sexualidad humana.
- Activismo y teoría: Impulsa a activistas a compartir su lucha en texto y a académicos a construir pedagogías colaborativas, nuevas narrativas y marcos teórico-metodológicos.
Al hacer este conocimiento accesible, la revista contribuye a la reflexión y conciencia pública acerca de las problemáticas que sobre el cuerpo, género y sexualidad inquietan, se mantienen en el campo de disputa o en el silencio. La revista no sólo genera información veraz, sino que también contribuye a la reflexión y al combate de los prejuicios, herramienta fundamental para la lucha por la justicia, la equidad y los derechos humanos.
Por lo anterior, considero que la REAS ha servido como un catalizador para la incidencia social y ha proporcionado una base científica que es retomada por académicos y activistas que hacen uso de su contenido para fortalecer sus argumentos ante congresos locales y federales en México.
La revista ha influido a grupos y comunidades específicas, facilitando la creación de herramientas educativas (modelos y talleres) y bibliografías especializadas. Un ejemplo de ello es cuando algunos académicos que se especializan en justicia social utilizan los datos y análisis antropológicos de la revista para capacitar a jueces y magistrados. El contenido de la REAS les proporciona una perspectiva sobre la diversidad sexual y de género complementaria a otros modelos.
Contamos con información de que también en la esfera personal la REAS es utilizada como recurso que ayuda a informarse, conocer, propiciar el empoderamiento y la agencia para algunas personas, ya que la consideran una revista profundamente humana e inclusiva:
- Personas con posturas ideológicas religiosas han encontrado una base científica y antropológica para conciliar sus creencias con la aceptación de la diversidad sexual, logrando derribar prejuicios.
- Individuos que han sufrido por su orientación sexual han encontrado en sus artículos que las experiencias de vida se dignifican en las investigaciones y narradas con respeto, por lo que suelen contactar a los autores para continuar el diálogo.
- Alumnos han generado agencia al leer la REAS, motivando a sus profesores a profundizar en estas problemáticas, proponer materias o realizar eventos sobre los tópicos tratados.[2]
Para seguir reflexionando
Concluyo con un sentido de que hemos reafirmado una convicción fundamental en este Foro: las revistas académicas son mucho más que simples repositorios de conocimiento. Son, en esencia, puentes de conexión entre el saber especializado y las necesidades de la sociedad.
Este foro nos ha permitido constatar que las revistas del INAH no se limitan a la difusión de hallazgos; fomentan una comunidad de saberes diversa y comprometida. Esta comunidad no sólo incluye a académicos e investigadores, sino que también integra a activistas, comunidades locales y a todas aquellas personas cuyas experiencias enriquecen la investigación. Es en este intercambio donde radica su mayor fortaleza.
En adición, hemos comprendido que la retribución social no es un subproducto, sino un objetivo central de nuestro quehacer editorial. Cada artículo, cada reseña y cada número de nuestras revistas contribuyen a visibilizar problemáticas y a ofrecer herramientas para la reflexión crítica. De esta manera, el conocimiento producido con recursos públicos se transforma en una fuerza para el cambio social, la justicia y la dignidad humana.
En este espíritu, les extiendo una cordial invitación para sumergirse en la Revista de Estudios de Antropología Sexual e invito a explorar cómo, a través de sus páginas, se ha convertido en un espacio crucial para abordar problemáticas históricas y emergentes. Descubran este valioso acervo y sean parte de nuestra comunidad de saberes que aborda las complejidades de la sexualidad a través de un lente humanista.
* Profesora investigadora de la Dirección de Antropología Física del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
[1] En la que participamos Marcela Dávalos como moderadora, Carlos San Juan Victoria (Con-temporánea), Delia Salazar Anaya (Dimensión Antropológica), Citlali Espíndola Villanueva (Diario de Campo), Magdalena García Sánchez (Antropología. Revista Interdisciplinaria del INAH) y la autora del presente texto.
[2] Al respecto Marcela Dávalos, moderadora de la mesa, expresó en el Foro haber tenido una experiencia con sus alumnos, quienes le pidieron dar una clase sobre sexualidad, cuyo interés nació a partir de haber leído la Revista de Estudios de Antropología Sexual y cuál fue su asombro al observar que, sus alumnos la traían bajo el brazo.